entre la modulación de la voluntad y el estudio de la tensegridad
Investigaremos la modulación de la voluntad para encontrar un tono de hacer-estar sin abandonar ni oponerse a lo que emerge. Nos propondremos distribuir las voluntades que gestionan nuestra postura, movimiento y pensamiento como posibilidad de acceder al espacio entre partes y mover desde allí.
Nos adentraremos en el estudio de la tensegridad para crear estructuras individuales y grupales que se sostienen a sí mismas al repartir sus fuerzas en la totalidad del sistema que producen. Estructuras que organizan la circulación del movimiento en el intercambio de fuerzas concéntricas y excéntricas en vez de pensarlas como posiciones fijas.
El cuerpo como un canal que conecta periferias y centros; todo lo que compone a la estructura colabora en su propia construcción, sostén y transformación. Nada-nadie es insignificante. Si algo-alguien se mueve, todo cambia. Es un equilibrio inestable o con posibilidad de caída, de movimiento vivo, donde todas las fuerzas afectan esta organización. No hay algo pasivo como polaridad de lo activo. Aquí todo danza.
El cuerpo como una gran red, el espacio como una membrana que pulsa, la cooperación como sustancia base del vínculo. La interdependencia entre las partes del cuerpo, el grupo y el entorno como condición para invertir el orden vertical de la gravedad.